Las personas llegan a mediación en búsqueda de respuestas, alternativas y soluciones relacionadas a su conflicto. Cuando deciden entrar al proceso de mediación la persona mediadora inicialmente los orienta y educa sobre los beneficios y ventajas del proceso. Luego, los entrevista para conocer detalles sobre el origen del conflicto, en qué nivel se encuentra y su gravedad. Los prepara para ese momento crucial donde estarán reunidos en la sala de mediación. Un dato de gran relevancia que la persona mediadora le da prioridad es preguntarle: ¿qué es lo que realmente desean y qué entienden debe pasar para que esas diferencias o ese conflicto se resuelva?
La persona mediadora prepara un plan de trabajo estratégico tomando toda la información recopilada en la entrevista inicial y se enfoca en los puntos comunes y en donde hay divergencias. Ya en la reunión conjunta comienza la mediación. Comienza ese diálogo supervisado y ese careo dirigido por la persona mediadora donde cada participante presenta sus propuestas y alternativas para resolver. Hay momentos que la persona mediadora se mantiene en silencio y los participantes son los que tienen la voz predominante, pero hay ocasiones donde la persona mediadora es más directiva para que todos puedan presentar sus alternativas de manera igualitaria.
En esta etapa la persona mediadora recopila los acuerdos y los redacta en un documento formal. En ese documento que llamamos Acuerdo de Mediación, está exclusivamente la voluntad de los participantes. Estos han dialogado, negociado y han acordado que esos acuerdos alcanzados les benefician a todos por igual. En este acuerdo que es firmado por los participantes ha quedado plasmada su voluntad, pero más que todo su compromiso en cumplir lo establecido.
El acuerdo está firmado, y ahora ¿qué? Ahora a los participantes les corresponde hacer lo que han pactado entendiendo que ese acuerdo establece las decisiones que tomaron entendiendo que le ponían fin a la controversia.
Ahora bien, esto no significa que los participantes estén limitados de comunicarse con la persona mediadora, al contrario, estos pueden llamar para solicitar vistas de seguimiento, coordinar una nueva sesión de mediación para presentar otro asunto que deseen mediar y hasta para renegociar el acuerdo. Un detalle sumamente importante es que la persona mediadora continuará trabajando bajo altos estándares éticos y parámetros de confidencialidad. No divulgará información privilegiada y velará de que los participantes entiendan esto.
El rol de la persona mediadora no necesariamente termina con la firma de un acuerdo, es posible que en algunos casos sí, pero si un participante se comunica, es responsabilidad de la persona mediadora responder. Siempre poniendo claro cuál es su función como ente profesional en mediación y como propulsor del diálogo pacífico.
El rol de la persona mediadora es abarcador y a continuación, quiero compartirte otros datos sobre su rol:
- Orientar y educar claramente a los participantes sobre lo que es mediación y su alcance al momento de resolver un conflicto.
- Se encarga de facilitar la comunicación para que se dé una negociación exitosa.
- No adjudica culpa ni responsabilidades.
- No toma decisiones por los participantes.
- Asiste a los participantes para que puedan tomar decisiones informadas.
- Provoca que los participantes dialoguen para que puedan descubrir sus necesidades e intereses.
- Promueve en todo momento el respeto y armonía en la sala de mediación.
Si has utilizado mediación te felicito, has optado por hacer la diferencia y resolver sabiamente tus conflictos.
Dina Sánchez, Mediadora Profesional
Instagram: @mediandoconamor